La tecnología avanza y el balonmano de elite se sube al carro para el inminente Mundial de Croacia (16 al 2 de febrero) con tres novedades en cuanto a la reglamentación: los árbitros usarán por primera vez interfonos (como en fútbol), el balón llevará incorporado un chip para saber si atraviesa la línea de gol y los equipos podrán hacer dos cambios tras la primera fase y otros dos para la ronda final.
En Croacia los árbitros deberán adaptarse con rapidez a la novedad de poder comunicarse entre ellos, y ambos con la mesa de anotadores.
Las dudas sobre si el balón supera o no la línea de gol después, por ejemplo, de golpear el larguero y caer (muy frecuente en balonmano) quedarán resueltas con un nuevo chip adosado al esférico.
La experiencia piloto fue un éxito y en Croacia el problema quedará de esta forma solucionado.Por último, la IHF permitirá introducir dos nuevos jugadores en sustitución de otros tantos (lesionados o por decisión táctica) tras la primera fase. Acaba la segunda, igualmente las selecciones podrán efectuar otros dos nuevos relevos para afrontar la fase final.
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