El islandés Olafur Stefansson es una de las leyendas vivas del balonmano europeo de la última década, y ha sido recientemente galardonado con un lugar en la selección de su país para poderse despedir de sus aficionados. Ha ganado la Liga de Campeones EHF cuatro veces con dos equipos y llevado a Islandia a su sólo dos medallas en grandes campeonatos, plata en los Juegos Olímpicos en Pekín 2010 y medalla de bronce en la Eurocopa en Austria 2008.
Un jugador muy elegante con un gran ojo para el pase entre la defensa, Stefansson recibirá el premio por el mejor lateral derecho de la historia de 20 años de la EHF.
Aprovechando que no estará en Colonia para presenciar la Final Four hablo para la web oficial.
¿Qué significa este premio para usted? "Realmente es un gran honor, porque estamos hablando de mucho tiempo, 20 años, no es como ser el mejor jugador del partido y sólo hay uno para cada posición. Cuando pienso en ello, hay muchos jugadores que podrían haber sido nombrados. Jugadores como Urdangarin, Laszlo Nagy y Kim Andersson, pero acabo de tratar de ser feliz y disfrutar de ella. Yo lo entendería en los últimos diez años, pero veinte años no es un tiempo muy largo. Yo sólo jugaba en la Liga de Campeones por primera vez hace once años. Así que es una especie de dos por uno, siendo nombrado el mejor lateral derecho de los últimos 20 años".
¿Qué parte de su carrera en la Liga de Campeones de la EHF le ofrece los mejores recuerdos? "Realmente no lo sé. Pero la victoria de Magdeburgo en 2002 fue una gran sorpresa, el primer intento del club. Era casi como por casualidad. Por supuesto, hemos trabajado duro para ello, pero fue especial porque fue tan inesperado. En Ciudad Real fue mucho más sólido. Era como que estaba decepcionado si no lo gana, como el éxito no era temporada sin él, al igual que para el Kiel en la actualidad. Eso fue lo que pasó en España después de Talant se hizo cargo, por lo que la aventura más grande fue el título en Magdeburg".
¿Quiénes son tus favoritos personales de la Final Four para este año? "Kiel es la elección obvia. Yo diría que son los favoritos y también a mi equipo favorito, debido a sus tres islandeses. Alfred Gislason ha hecho grandes cosas con el equipo, pero se enfrenta a un gran reto la próxima temporada con los principales actores que salen este verano. Pero creo que eso es una buena cosa, que tiene que evolucionar, casi se podría decir que ha sido demasiado fácil para él en los últimos años", que él le quitó un título en un encuentro épico suyo, y de Kallmann, que derrotaron casi ellos solos al Kiel en su casa, y se quedaron los alemanes después de ganar en Ciudad Real con las bufandas echas de 'Kiel, campeón de Champions'.
¿Dónde vas a ver el evento este año?
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| Stefansson con la camiseta del BM Ciudad Real |
"Voy a tratar de verlo en la televisión alemana, que puedo llegar aquí en Doha. Realmente me hubiera gustado poder estar allí, pero no puedo porque tengo que jugar aquí. Sin embargo, mi padre va a estar ahí por mí y tal vez la gente se crea que soy yo, ya que tiene un gran parecido conmigo, nada más que un poco mayor".
¿Cuáles son sus recuerdos de la Final Four?
"Lo primero que pensé es que me nunca se arrepentirá de haber ganado las tres veces que he estado allí. La primera vez fue cuando acababa de llegar a Ciudad Real desde el Rhein Neckar Löwen. Estábamos jugando algún partido de menor importancia, pero nos alojamos en el hotel cerca de la terminal de Colonia, donde los equipos de la Final Four eran, y entonces me prometí a mí misma que no iba a perder la oportunidad de nuevo. Los próximos dos años fui a la Final Four, primero con RNL y luego con AG København, pero desafortunadamente no ganamos. Pero me gusta el concepto de semifinales y finales en el mismo fin de semana. En Alemania, como una especie de casa de balonmano, el entorno es fantástico". ¿Tienes algún ritual antes de cada partido?
"Sí, siempre tengo que poner en el zapato izquierdo primero y atarlo antes de atar el correcta. Pero hoy en día, eso es más o menos subconsciente. También tengo algunas cosas con respecto a los tiempos y la música, pero lo mismo ocurre con todos los demás".
Después de haber ganado la Liga de Campeones cuatro veces y convertirse en campeón nacional en cuatro países, ¿se considera un ganador nato?
"Bueno, en realidad no, al menos no al principio. Los primeros ocho años más o menos de mi carrera yo estaba realmente esperando que alguien me encontrara fuera, como yo pensaba que no era el verdadero negocio. Afortunadamente, eso ha cambiado con los años y el éxito que he disfrutado, mi confianza se ha incrementado. Luck es siempre un factor, pero hay que ser capaz de trabajar con lo que Dios lanza en su regazo. Cuando llegue la oportunidad, de que sea demasiado tarde para prepararse. Tienes que estar listo. La vida de un atleta no es muy glamuroso, es en el próximo partido, que es el criterio. Si se toma en serio, usted será más exitoso".
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