El Comité de Competición de la Federación Española de Balonmano (RFEBM) ha desestimado la impugnación por la que el Fraikin Granollers pedía la impugnación del partido disputado el pasado 6 de diciembre en el Quijote Arena, en el que el Ciudad Real venció al equipo catalán por 32-31.El Granollers solicitó "la repetición del encuentro o la ejecución de un lanzamiento de siete metros al reclamar como penalti la última jugada del partido, en la que los colegiados catalanes García Serradilla y Marín Lorente sancionaron nueve metros", con lo que deseaban que se rearbitrara en los despachos un encuentro, creando un precedente que abriría la caja de Pondora y todas las semanas lloverían las impugnaciones a la Española ante la falta de calidad de los colegiados españoles, que como dato basta decir que no irá ninguna pareja al Mundial de Croacia, cuando los hay de países de poca tradición de balonmano.
El Comité de Competición había restado dos puntos, hasta adoptar una decisión, al cuadro ciudadrealeño, que ahora los recupera.
La resolución de la RFEBM "desestima la suspensión del encuentro demandada por el equipo catalán porque en las pruebas presentadas por el BM Ciudad Real y el Granollers, no observa incidencia alguna que pruebe que la actuación arbitral haya sido premeditada para alcanzar un resultado favorable, para alguno de los dos equipos. Y en concreto, respecto a la última acción del partido".
Para el Comité, "las acciones de los árbitros en ese último minuto son una apreciación técnica del equipo arbitral que no puede interpretarse como partidaria para obtener un resultado premeditado".
Por tanto, según el escrito del Comité, se acuerda "desestimar la reclamación del Granollers y aprobar el resultado del partido, que es válido de manera definitiva". De esta forma, el BM Ciudad Real recupera los dos puntos conseguidos en esa jornada de la Liga, de forma oficial.
Ciudad Real, molesto
Luis Miguel López, director general del club manchego, se mostró "contento" por la decisión, y señaló que "se ha hecho justicia. La acción ya estaba sancionada por los colegiados. Reclamaban por una jugada que no se tenia que haber producido, debido a que en el video del encuentro que hemos hecho llegar al Comité, el cual invito a que lo vean, se aprecia que el Granollers tenía en pista dos porteros, Ohlander que se retiraba para dar paso a Cutura, que se había colocado la camiseta de portero para realizar el último ataque. Esta es una acción antirreglamentaria, lo que nos había devuelto el balón. Entendemos que el cuadro vallesano quería ganar tiempo sobre una posible sanción a Cutura", señaló López.
"Pero en lo que no vamos a transigir mas es que la imagen del club siga siendo dañada, por los comentarios que están saliendo y ya es hora de decir que el BM Ciudad Real es un club limpio, que no necesita de presuntas ayudas arbitrales. No compramos árbitros para ir los primeros y para ganar los títulos, lo hacemos en la pista, donde demostramos ser de los mejores", aseveró López.
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