España se clasificó merecidamente a semifinales, donde le espera Eslovenia que se impuso a Rusia. Los de Valero Rivera pasaron de verse dominado y jugar al son que tocada Alemania, ha hacerse con los tempus del encuentro, merced al cambio defensivo del 5:1 al 6:0, y el cambio de portero. Dos movimientos que les hicieron pasar por encima de Alemania en la segunda mitad, que volvieron a perder las ideas, que las tenían claras en la primera media hora, pero que cuando vieron el electrónico en contra terminaron por tirarlo.
Y es que España, como un buen torero, le metió las puyas y las banderillas en la primera media hora para quitarles fuerzas, y para pasar a torearlo en la segunda, por naturales, con una faena de mucho mérito que lo cuadro para estoquearlo hasta la bola con el 5-0 que puso el 26-21 y rodar sin puntilla, para terminar ganando con vuelta al ruedo y los trofeos de dos orejas y rabo de su enemigo en las manos.
El partido
Alemania es un equipo renovado, rejuvenecido pero de muchos kilates. Es un cuadro muy fuerte atrás. Su 6:0 en casi infranqueable, trabajan mucho las ayudas y si hace falta subir el listón y pasar de lo brusco a lo viril, lo hacen. Eso llevo a España a no estar cómoda en el ataque posicional, donde sólo Alberto Entrerríos tenía recursos, ya que los centrales y el zurdo de la primera línea se limitaban a jugar sin mirar la portería. Eso fue un error centrar la responsabilidad en un solo jugador, ya que es más difícil de defender.
Alemania tenía muy estudiada a España. Se fue al descanso con ventaja ya que otorgó la misma medicina que suele usar los españoles. Salir a la contra y en el estático buscar los seis metros, con muy buenos desdoblamientos de los extremos, y a veces conectando con el pivote, y es que el 5-1 de Valero Rivera estuvo muy flojo, le faltó intensidad y cerrar más por el centro.
Pese a tener España problemas en ataque y defender flojo, mantuvo a raya a Alemania que lo hizo muy bien la primera mitad, que ni se precipitó cuando llevaba dos goles de ventajas (5-7), ni cuando estuvo en desventaja, que nunca fue superior a un gol de los españoles, con el 4-3, 5-6, o después del parcial de 3-0 en cinco minutos cuando iba el electrónico 5-7.
Sorprendió Alemania a todo el mundo por su juventud, no hay nombre, hay hombres, y demostraron mucha experiencia para se una selección nueva.
Huele a medallas
La segunda mitad fue muy distinta por parte de España. Lo primero que hizo en vestuarios Valero Rivera fue cambiar la defensa del 5:1 al 6:0. Un gran acierto. Alemania tiene un gran equipo, pero sin lanzamiento exterior. Empezó a costarle más trabajo buscar y contactar con los seis metros a los teutones.
España en la reanudación, aprovechándose de la superioridad numérica, hizo un parcial de 5-1 que le puso por primera vez de dos goles arriba, y es que lo que se pedía en defensa a los internacionales empezaron a ponerlo, fuerza e intensidad. España empezaba a tener el encuentro en el sitio que tenía que tenerlo para ganarlo, con ventaja, defensa férrea y un Quillo que estuvo magistral.
Los alemanes robaron algunos balones, y otros los paró su portero, y salían como posesos a la contra, haciendo un 0-3 en cuatro minutos y consiguiendo empatar.
Pero como les pasaba antes con tantos nombres, y a los clubes alemanes cuando se miden a equipos españoles, en la segunda parte bajan un peldaño en su intensidad, lo que aprovecharon los de Valero Rivera para castigar a los alemanes, que con el paso de los minutos empezaron a flaquear física y mentalmente, llegando a perder los nervios. Lo contrario que España, que ante la presión fue cuando mejor lo hicieron, endosando un rotundo 5-0 en seis minutos con el empate a 21, los que les catapultó a cinco goles de ventaja a falta de cinco minutos para el final.
El mal de Alemania radicó en lo de siempre. Cuando van abajo en el electrónico lanzan sin pensárselo, sin ventajas y le otorgan la misma al rival, que campeó como pudo la lucha cuerpo a cuerpo que impuso Alemania los últimos cinco minutos y terminó por ganar por 28-24, y con la mente puesta en semifinales, donde le espera Eslovenia, que dirige el conocido central Uros Zorman.
Ficha técnica
28 España (12+16): Arpad Sterbik, Alberto Entrerríos (6), Jorge Maqueda (3), Víctor Tomás (7-1p), Dani Sarmiento (1), Julen Aguinagalde (7), Valero Rivera (3), -siete inicial-, José Manuel Sierra (ps), Albert Rocas (1), Joan Cañellas, Ángel Montoro, Viran Morros, Carlos Ruesga, Antonio García, Aitor Ariño y Gadeón Guardiola.
24 Alemania (14+10): Heinevetter; Roggisch, Groetzki (2), Weinhold (2), Haas (3), Klein (4), Crhristophersen (6-1p), -siete inicial-, Kneer, Wiencek (1), Teuerkauf (4), Strobel, Schmidt (1p), Fath y Pfahl (1).
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 5-5, 7-7, 9-9, 10-10, 12-14 (descanso); 17-15, 18-18, 20-20, 22-21, 25-21 y 28-24 (final).
Arbitros: Gubica y Milosevic, croatas. Excluyeron por dos minutos a Alberto Entrerríos (2), Maqueda y Guardiola por España, y a Kneer, Roggisch (2), Strobel y Haas por Alemania.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial 2013 disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza que colgó el cartel de "no hay entradas", por lo que asistieron casi 11.000 espectadores. Presenció en directo el partido el secretario de Estado para el Deportes, Miguel Cardenal.
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