El acto, dentro de la conmemoración el 3 de diciembre del Día de Navarra, ha estado acompañado por la entrega a otros deportistas y clubes navarros de diferentes reconocimientos a su labor, de manos de la presidenta del Gobierno foral, Yolanda Barcina, que ha dado las gracias a todos su "aportación a la sociedad y el germen" de los valores deportivos que en ella siembran.
Por su parte, Mateo Garralda, en un emocionado discurso, ha admitido su "ilusión y agradecimiento" por esta distinción y ha expresado: "todos tenemos la obligación de dar ejemplo y generar ilusión con honestidad, ética y valores para salir adelante", en referencia a la actual situación de crisis.
Ha sido rotundo al pedir "responsabilidad" a todos para "ser honestos y trabajar hasta que reventemos en un momento social difícil, del que "saldremos adelante con honestidad, ética y valores", ha dicho tras reconocer su propia "gran responsabilidad" de "dar ejemplo y ser honesto" como referente deportivo que es pero también en su propia familia y en su ámbito social.
Con esta distinción, el Gobierno de Navarra reconoce que Mateo Garralda "ha sido todo un ejemplo de dedicación al balonmano tanto en la cancha como fuera de ella" y ha constatado "en todo momento su orgullo de ser navarro", además de destacar su "incomparable palmarés de éxitos deportivos".
El Gobierno foral ha tenido en cuenta la participación de Garralda con la selección española de balonmano en cuatro Juegos Olímpicos, en los que obtuvo dos medallas de bronce; en siete Campeonatos del Mundo, en los que consiguió una medalla de oro y fue elegido en dos ocasiones mejor jugador del mundo en su posición de juego; y en campeonatos de Europa, con tres medallas de plata y una de bronce en su haber.
En cuanto a su participación en clubes, cuenta con seis Copas de Europa; dos Recopas; cuatro Supercopas de Europa; nueve Ligas, tres Copas del Rey; tres Copas Asobal; y seis Supercopas de España.
Se está volviendo "un blando"
En declaraciones a los periodistas al término del acto, Garralda ha reconocido su visible emoción al recoger el máximo galardón deportivo de Navarra porque se está "volviendo un blando", ha asegurado: "Siempre me he sentido profeta en mi tierra, querido y apoyado".
Ha sido un reconocimiento "inesperado pero también muy apreciado" porque tras su exitosa etapa de jugador ahora está centrado como entrenador del Quabit Guadalajara, un trabajo que le lleva "muchas más horas de las que pensaba" y en el que tiene "gran responsabilidad ante 14 jugadores", ante la directiva y la afición, con los que está "tremendamente contento".
Con este sentimiento ha ahondado en el mensaje social de su discurso ante las autoridades, sabedor de que "hay muchísima gente sin trabajo que no puede disfrutar" como él de su "pasión", aunque ha reiterado su llamamiento y su optimismo.
También ha tenido palabras para la situación del balonmano de elite en Navarra, ahora solo con el Anaitasuna en la máxima categoría del balonmano, de la que se ha descabalgado el San Antonio, y en la que el Itxako femenino también ha sufrido un claro deterioro, y "es una pena". "Lucharemos para que vuelvan los tiempos mejores", ha dicho.
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