La duda sigue rodeando a la trágica y repentina muerte del joven jugador de 23 años Lars Olsen este domingo durante un partido de balonmano de la Primera División danesa, segunda categoría. Todo indicaba que tras la autopsia realizada al cadáver, se conocerían las causas de su fallecimiento, sin embargo, las pruebas no esclarecieron nada.
Ayer por la tarde el cuerpo de Lars fue examinado por un médico-forense junto con el Comisionado Adjunto de Policía, Boje Jorgensen, del sur de Zelanda y de Lolland-Falster. "Por desgracia para la familia la investigación no aclaró la causa de la muerte", comentó el subjefe de la Policía al diario ekstrabladet.dk.
Por este motivo, el cadáver será llevado al Rigshospitalet de Copenhage para hacerle otra necropsia: "Tenemos el visto bueno de la familia para que ésta pueda tener la certeza sobre el motivo de su fallecimiento", añadió el representante del cuerpo policial.
Las primeras noticias sobre la muerte del joven jugador hablaban de un balonazo como posible causa de su muerte, pero parece que el lateral derecho danés recibió un golpe en la cabeza durante una acción en defensa, motivo por el cual tuvo que marcharse al banquillo para ser atendido. Sin embargo, cuando ya estaba recuperado para volver a la pista, sufrió un desfallecimiento y cayó de repente en el suelo. Las asistencias sanitarias no pudieron hacer nada y se le declaró muerto a la llegada de la ambulancia al hospital.
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