El Arrate al borde de la desaparición

La JD Arrate puede estar viviendo sus últimos días como entidad profesional, ya que si el lunes no se presenta nadie a la elección de presidente podría desapatrecer, sierndo el plan B por apostar por la cantera. Salvo milagro económico de última hora, no se presentará ninguna candidatura para dirigir la entidad, que tiene una deuda generada de 1.900.000 euros, y una nula capacidad para generar recursos, lo que lleva al club a protagonizar una situación muy crítica. De hecho, está al borde del abismo de su desaparición. Eso supondría que el equipo de Asobal, entre otros estamentos actuales, automáticamente dejaría de militar en la máxima categoría del balonmano estatal.
Hay que esperar hasta el lunes, fecha en la que acaba el plazo de presentación candidaturas para hacerse cargo de la dirección del club. En este momento, el ex vicepresidente Paul Balenciaga mantiene abierta una muy pequeña posibilidad de presentarse, pero todo depende de si llega una partida económica para solventar algunas deudas con jugadores y empleados del club: “Hasta el lunes voy a esperar. Obviamente el panorama es muy negro. Estoy realizando algunas gestiones para intentar que llegue una partida de dinero. No quiero adelantar nada, ni pretendo anunciar con quién estoy hablando. Que el consejo de diputados haya desestimado realizar la aportación de 400.000 euros nos ha trastocado todo. Esta era una partida extraordinaria que pensábamos que iba a llegar y que era vital para salir al paso de algunos pagos importantes”, apunta Paul Balenciaga.
El plan 'B' es fundar otro club y, a priori, la idea podría ser apostar por la cantera hasta la división que se estime conveniente. En este momento, el Arrate cuenta con chavales que van desde alevines, pasando por infantiles, cadetes, juveniles y Primera Nacional, que suman cerca de 200 integrantes con sus respectivos técnicos.
Los problemas económicos del Arrate vienen desde hace tiempo y a medida que pasaban las temporadas ha ido agonizando lentamente. La insolvencia económica ha derivado en el impago de las nónimas a los jugadores y técnicos, a particulares y otras entidades que han trabajado para el club.