El FC Barcelona desea enmudecer de nuevo el domingo el 'Infierno' del Kiel

El Barcelona Borges tratará de sellar su billete para la Final Four de Colonia en el peor escenario posible el domingo, el temible Sparkassen Arena, donde los de Xavi Pascual tratarán de hacer valer ante el Kiel alemán, el vigente campeón de Europa, la renta de dos goles que lograron en el Palau Blaugrana, consciente del escaso margen que supone el 27-25 de la ida en una pista, donde son muy pocos los equipos que en los últimos años han podido eludir la derrota.
Uno de ellos es precisamente el Barcelona Borges, que en la fase de grupos logró enmudecer el "infierno del norte" con un último tanto del extremo Albert Rocas.
La actuación de las porterías del Barcelona y el Kiel suele ser todo un espectáculo aparte, capaz de decantar el resultado a favor de uno y otro equipo. Omeyer y Saric, con el permiso de Sjöstrand, han protagonizado un duelo de altura esta temporada.
El Kiel aún no conoce la victoria esta temporada, los resultados entre uno y otro equipo favorecen claramente a los azulgranas. Las dos victorias en el Palau y empate en el Sparkassen Arena señalan el dominio de los de Pascual, que viajarán en Kiel con el objetivo de hacer valer los dos goles de renta de la ida
En el enfrentamiento más reciente, la ida de cuartos de final en el Palau (27-25) , tanto Saric como Omeyer brillaron en momentos diferentes del partido. El portero del Kiel frenó en muchos momentos los azulgranas y evitó que la diferencia fuera más amplia, pero una espléndida segunda parte de Saric sirvió para sellar la victoria azulgrana.
En el anterior partido en el Palau, el correspondiente a la fase de grupos, la victoria azulgrana (32-29) también tuvo protagonismo en la portería. Aunque Omeyer empezó muy fuerte y se volvía a convertir en una pesadilla para los lanzadores azulgrana, el recital de Johan Sjöstrand en la segunda ayudó a sentenciar la victoria de los de Pascual en casa.
La última visita del Barça Borges en el Sparkassen Arena, que acabó en empate (28-28) , también fue una muestra de alto nivel en las dos porterías, con una actuación antológica del francés pero, sobre todo, del bosnio. Saric se convirtió en una máquina de parar balones y volvió a ser clave en el resultado.