Gunnar Prokop, el entrenador del Hypo Niederösterreich, que saltó a la pista para evitar la derrota de su equipo, fue suspendido de todas sus funciones en la Federación Europea de Balonmano (EHF).
Esta medida, adoptada por el comité ejecutivo de la EHF y que alude a las responsabilidades de Gunnar Prokop como miembro y presidente del Comité de competiciones femeninas, fue anunciada por el director de competiciones de la EHF, Markus Glaser.
El propio Prokop, tomando la iniciativa, había dimitido ya de su cargo como entrenador del equipo.
El secretario general de la EHF, Michael Wiederer, calificó la acción de Prokop como "sin precedentes en la historia del balonmano, nadie puede recordar un hecho similar". Dijo que fue un gesto "totalmente contrario al código de ética del balonmano".
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