
Las contrapartidas se sustanciarán con la concesión a Vigo de la edición de la Copa de 2011 y la decisión de que la ciudad albergue en los próximos meses alguno de los encuentros preparatorios que la selección española tiene previsto celebrar en Galicia.
“Hablé con Santi Domínguez y le hice saber que, después de la afrenta recibida, yo no podía estar en medio de toda esta gente. El teniente de alcalde y yo sabemos perfectamente cómo sucedió todo y queremos que reconozcan lo que pasó. Le he dicho que quería dejarlo y él me ha pedido que, por el bien del balonmano de esta ciudad, no lo haga”, revela el presidente del Pilotes, que afirma haberse tomado “muy en serio” la posibilidad de dimitir.
“Cuando el día de autos digo que me quiero marchar y que esto es una golfada no lo digo por un calentón, sino porque me lo he planteado muy en serio. Yo no digo que el club no continuara, pero sin mí porque el agravio fue muy fuerte y como los dirigentes de Asobal no se van a marchar, he pensado que lo mejor es irme yo”, afirma.
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