El cadáver del jugador de balonmano Sebastian Faisst, que murió anoche en un partido de la sub21 alemana contra Suiza, será sometido a una autopsia para aclarar las causas de su muerte.
Faiss, durante el primer tiempo del partido jugado en Schaffhausen (Suiza), cayó súbitamente el piso sin que ningún jugador contrario interviniera en la acción.
Luego se incorporó, dijo que se sentía mejor pero no podía ver nada y luego, según sus compañeros, su estado empezó a empeorar dramáticamente.
El médico del equipo alemán, Kurt Steuer, y un médico de urgencias intentaron revivir al jugador durante una hora pero sin éxito.
Los exámenes médicos de rutina del TSV Dormagen, en cuya disciplina estaba Faisst, no habían dado resultados que hicieran pensar que el jugador estaba en peligro.
El sábado Faisst hubiera cumplido 21 años.
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