Al Ademar aún le queda una bala en la recámara para intentar aligerar su asfixia económica y evitar un concurso de acreedores que, a dos días de la fecha límite, aparece como la consecuencia más probable. Solo un giro inexperado de última hora, ya que el plazo termina el jueves, evitaría la fiscalización de una entidad que no ha sabido resolver sus deudas, en parte por la mala planificación de su junta directiva, pero también por los incumplimientos del Ayuntamiento, que ha dejado en el limbo una subvención de 220.000 euros, aprobada para el 2010.
Precisamente, esa cantidad pendiente de cobro vuelve a escena como la única alternativa posible para frenar el concurso. El nuevo plan de pago a proveedores, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes, concede a los gestores del Ademar un halo de esperanza para desbloquear la situación. El presidente Carlos Pollán reconoció ayer que la clave para solucionar los problemas está en este plan del Gobierno y, sobre todo, en saber si permite o no dedicar este dinero al pago de subvenciones, algo que estaba descartado en el primer plan de este tipo que impulsó la administración central.
El dirigente marista mantuvo ayer una reunión con el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y con el concejal de Deportes, José María López de Benito, para informales de la situación. Ahí quedó claro que, a estas alturas, la paralización del concurso pasa por la flexibilidad que tenga el Gobierno para permitir que estos fondos (2.600 millones de euros en total) puedan ir a liquidar subvenciones públicas.
Desde el propio consistorio se va a elevar una consulta al ministerio del ramo para saber si con los 60 millones de euros que le corresponderían a la ciudad de León se podrá cubrir la ayuda atascada (220.000 euros).
De ser así, la hoja de ruta quedaría marcada con el endoso de esta cantidad a la Seguridad Social y Hacienda, lo que permitiría expedir los certificados preceptivos de ambos organismos públicos para cobrar las ayudas comprometidas por la Diputación y el Ayuntamiento para esta temporada. El propio consistorio ha asegurado que está en disposición de adelantar, de manera inmediata, el 75% de esta cantidad, poco más de 100.000 euros, aunque para eso, y como paso prioritario, hay que llegar a un acuerdo con la Tesorería y la Agencia Tributaria.
Varios frentes abiertos
Si, al final, la respuesta es afirmativa y llega liquidez a las arcas del club, el Ademar podría afrontar las deudas más urgentes con aquellos jugadores que han reclamado el embargo de las cuentas por vía judicial.
Estos condicionantes permitirían a la entidad deportiva descartar el concurso, que deberá presentarse el jueves si la junta directiva no consigue pactar con los acreedores, algo que, solo será posible, si el Ayuntamiento puede incluir, en el segundo plan de pago a proveedores, los 220.000 euros de la subvención congelada.
Muchos frentes abiertos y escaso margen para reconducir una situación que mantiene en vilo a la afición marista. Los éxitos deportivos chocan de plano con el colapso económico que atenaza el futuro del club más representativo de la provincia leonesa.
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