Conmoción en el balonmano vigués por la muerte inesperado de Gerardo Mendez

Equipos del BM Chapela

El mundo del balonmano se despertó conmocionado por el repentino fallecimiento de Gerardo Méndez, entrenador del BM Chapela femenino y una firma de referencia en los medios de comunicación locales. Desde 1987 a principios del siglo XXI informó del balonmano en el diario Faro de Vigo y en la cadena Cope Vigo durante años, fue testigo de numerosos hechos deportivos del primer equipo de la ciudad, el Octavio, al que también conoció íntimamente. Seleccionador gallego juvenil femenino desde 1992 a 1996, estuvo especialmente ligado al balonmano femenino. Su pasión por este deporte lo llevó a ejercer no sólo como entrenador, sino también como directivo.
Sus restos mortales fueron trasladados al Vigomemorial, donde permanecerá hasta las 16,30 horas de hoy, ya que las 17,00 horas tendrá lugar el funeral por su alma en la iglesia parroquial de San Fausto (Chapela). Será enterrado en el cementerio parroquial de San Fausto.
Su presidente, José Luis Pérez Ouro, recordó que 'echó una mano espectacular a este deporte y es uno de sus referentes. Amó al balonmano y le dio mucho más de lo que el balonmano le dio a él'.
En Chapela compartía labores técnicas Fran Teixeira, al que ayer golpeó con rabia la noticia: 'Acabo de perder más que a un amigo, a un hermano. Cada vez que tenía que pedir un consejo, se lo pedía a él. Mucho de lo que es este deporte en la provincia, especialmente en categoría femenina, se le debe a él'.
Sus tres décadas dando voz al balonmano en los medios merecieron también una lágrima del Academia Octavio, a través de su presidente, Javier Rodríguez: 'Un buen entrenador, un excepcional periodista y mejor persona'.

Vida deportiva

Por un lado como jugador y sobre todo, entrenador. Dirigió desde muy joven los destinos del Chouzo, del Sárdoma, del Chapela y durante un breve periodo de tiempo en las categorías inferiores del Octavio. Llevaba tiempo apartado de los banquillos cuando Manuel Soto, el presidente del Chapela y uno de sus grandes amigos, le convenció para que se hiciese cargo del conjunto femenino del club y así se produjo su regreso a la dirección de un equipo. Llevaba desde 2001 en ese puesto y el sábado, contra el Porriño, dirigió por última vez a las que aludía constantemente como sus niñas.