Sin embargo, el alborozo no será máximo para el jugador del Ademar León, "porque a nadie le gusta entrar en la selección por un compañero y todavía menos por un paisano y, a la vez, amigo".
Curiosamente, Carlos Ruesga fue convocado el pasado mes de octubre para sustituir a Antonio García con vistas al clasificatorio para el Campeonato de Europa de 2014, pero al final, por los problemas que sufre en su rodilla izquierda tuvo que abandonar la concentración: "espero que no se repita la misma situación, por lo que espero que todo transcurra con normalidad, pese a que tengo algunas molestias en la rodilla".
El menor de la saga de los Ruesga no ocultaba su satisfacción, "porque un Mundial en casa no se disputa todos los días. Es una oportunidad única que no podemos desaprovechar".
Será el segundo Campeonato del Mundo para Carlos Ruesga, tras el disputado en Croacia: "Me acuerdo que fue el primer año de Valero, pero el recuerdo no fue bueno, porque terminamos decimoterceros, aunque hubo muchos cambios y no nos salió nada", sin embargo, el gijonés explica que "a partir de dicho campeonato, España volvió a ser la gran potencia que es en balonmano, por lo que puede calificarse casi de anecdótico lo sucedido".
Carlos Ruesga advierte de que "como en todos los campeonatos, la selección aspira a lo máximo, pero tendremos que ser cuidadosos, porque a veces los partidos se deciden en pequeños detalles" y señala que "la primera meta es estar en semifinales", pero no se esconde al subrayar con rotundidad que "el objetivo es, por supuesto, ganar. Creo que estamos en un buen momento. Formamos un buen bloque, con excelente sistema defensivo y una buena portería, que ayudará mucho a jugar a la contra", si bien añade que "además, el equipo tiene mucha calidad en ataque".
Según el polivalente primera línea, "las selecciones que lucharán por las medallas serán las de Francia, Dinamarca y Croacia, aunque también habrá alguna pequeña sorpresa".
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