Ayer comentábamos en el apartado de incidencias del partido entre el Cimos Koper y el Atlético de Madrid, que se le había tributado un homenaje al exjugador Zoran Jovicic, que en la época de la guerra de los Balcanes se trasladó a Eslovenia y ahí echo raíces, casándose y teniendo dos hijos. Han sido más de 20 años practicando balonmano, con más de 150 internacionalidades por Eslovenia, con los que participó en unos Juegos Olímpicos, siendo su mayor logro la medalla de plata del Campeonato de Europa en Tivoli en 2004.
El año pasado jugó sus últimos partidos con el Cimos Koper y estuvo de ayudante del entrenador Fredy Radojkovicu. Con 37 años decidió que debía poner fin a su carera como jugador y dedicarse a su familia, pasar a ser entrenador.
Gloriosa despedida la que tuvo ya que metió un gol simbólico con el número en la camiseta del 37, y cuando recogía el cariño de los aficionados sonó el himno de “We Are The Champions”, desvelando que sería a partir de ese momento ayudante del entrenador.
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