La selección española júnior masculina ha certificado el quinto puesto del Campeonato del Mundo 2011 que se está disputando en Grecia tras derrotar en un brillante partido a Francia 29-28 (15-11 al descanso).
Esta última victoria refrenda un Mundial excelente del equipo español, con 8 partidos ganados, por tan sólo uno perdido con Túnez, en los últimos quince segundos, pero que con este nuevo sistema de competición ha impedido que España pudiera pelear por las medallas.
El equipo español afrontó este último partido con la necesidad de reivindicarse como uno de las mejores selecciones del torneo, y recomponerse del revés del partido de cuartos.
Con un inicio trepidante en el dueto Paraja y Víctor Alonso, éste último máximo goleador del partido con 8 dianas, tomó el control del partido, hasta que en el minuto 13 Francia lograba el empate a 6.
La gran igualdad entre ambos conjuntos se rompió en los últimos ocho minutos de la primera mitad, en los que tras un parcial de 6-1, se alcanzaba el descanso con una renta de 4 goles, 15-11.
Sin embargo, el descanso no sentó nada bien al cuadro español, que vio como los galos le endosaban un parcial de 0:4 para retornar las tablas al luminoso.
Un Francia un gol arriba en el 40’ (17-18), España dio un recital de juego encapsulado en 5 minutos de altísimo nivel. El resultado, 5-0 a favor y 22-18 en el ecuador del segundo tiempo.
La confianza y experiencia sirvieron para que los jugadores españoles supieran manejar el tempo del choque y llegar al último minuto manteniendo la renta de 4 goles 29-25, en una exhibición táctica y técnica de juego.
El último parcial de 0-3 para Francia en el último minuto de juego fue la mera anécdota de un partido decidido minutos atrás y que nunca peligró.
España finaliza este Mundial en una meritoria quinta plaza, pero con el sabor agridulce de aquellos fatídicos quince segundo finales de cuartos.
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