El guerrero Manchego

viernes, 29 de abril de 2011

El Amaya Sport San Antonio quiere hacer valer su renta de cuatro goles en la Recopa, y el Naturhouse tiene complicado estar en la final de la EHF


El Amaya Sport San Antonio afronta mañana el decisivo partido de vuelta de las semifinales de la Recopa de Europa en la pista del Tremblay en France consciente de que no podrá especular con la renta de cuatro goles conseguida en el duelo de ida (27-23) si quiere lograr el pase a la final, cinco años después, la de la Recopa, en la que los navarros ya se coronaron campeones en los años 2000 y 2004.
El conjunto navarro, que ha partido a primera hora de esta mañana rumbo a la localidad de Tremblay, situada a 30 kilómetros de París, tendrá a todo el equipo disponible para este trascendental duelo por lo que su entrenador, Juanto Apezetxea, se ha visto obligado a hacer un descarte y dejar en Pamplona al extremo Adrián Crowley.
Apezetxea ha reconocido que el equipo viaja "con mucha ilusión y centrado en la semifinal. Prueba de ello son los malos resultados que hemos cosechado en la Liga últimamente. Ningún equipo, salvo los cuatro primeros, nos han ganado por más de cuatro goles y eso nos tiene que dar un plus de confianza", ha dicho.
Pese a vencer el pasado fin de semana al conjunto francés, que encajó su primera derrota en la Recopa, el técnico antoniano no se confía y espera a un rival "que puede jugar bastante más. En defensa están muy fuertes y arriba son muy físicos", ha advertido, llamándole la atención uno de sus máximos exponentes en el explosivo extremo Arnaud Bingo, a quien ya se coloca entre los futuribles del Renovalia Ciudad Real.
"El balonmano francés es más de contacto, más duro y nosotros no estamos tan acostumbrados. Vamos a tener que sufrir porque será un partido de carácter y ojalá nos hagamos hombres de repente y logremos el premio de estar en la final", ha sentenciado.

La EHF
Mucho más complicado se presenta el panorama para el Naturhouse La Rioja, que deberá protagonizar una auténtica gesta, remontar los nueve tantos por los que cayó en la cancha del Goppingen alemán, si quiere alcanzar la final de la Copa EHF, de la que el año pasado ya se quedó a las puertas.
Una importante renta de la que es principal responsable el lateral Lars Kaufmann, que castigó con trece goles a los riojanos en un choque de ida, en el que los de Jota González soñaron durante el primer tiempo con la posibilidad de imponerse en la complicada cancha del EWS Arena.
Los riojanos no quieren que se convierta, como ocurriera el pasado año con el Lemgo, en el segundo equipo germano que le deja a las puertas de su primera final continental.

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