El FC Barcelona pide respeto pero no reclama el gol de Víctor Tomás ante el Rhein

El FC Barcelona Borges presentó hoy su protesta ante la Federación Europea de Balonmano (EHF) a raíz del gol anulado en el último segundo a Víctor Tomás. Esa decisión del delegado de la EHF, el holandés Anton Van Donger, evitó que el Barça ganase el domingo en la pista del Rhein-Neckar Löwen y el empate final (38-38) le deja virtualmente sin opciones de acabar entre los dos primeros del grupo A de la Champions League, las plazas que otorgarán ventaja en los cruces de octavos y cuartos.
A falta de seis segundos para el final (minuto 29'54" de la segunda parte), los alemanes iniciaron su ataque con un portero-jugador para ampliar su superioridad, pero un mal pase fue interceptado por Jernemyr, Tomás recogió el balón y lanzó a puerta vacía para marcar el gol de la discordia.
El club escrutó ayer fotograma a fotograma las imágenes televisivas llegando a la siguiente conclusión: el gol entra en la portería 24 centésimas antes de que acabe el tiempo reglamentario, pero no puede demostrarlo "fehacientemente" porque desconoce las centésimas de más que había con el 'crono' a 29'54" al inicio de la jugada. En contra de la primera idea, por tanto, el Barça asume el resultado como inamovible y no reclamará hoy la validez del gol, sino que la protesta se basará en pedir respeto, que el club se siente perjudicado y el balonmano necesita la introducción de la tecnología para que esto no se repita más.
"Se tiene que imponer la repetición instantánea porque una decisión como ésta condiciona la competición. No es de recibo que haya unas normas tercermundistas", aseguró el entrenador del Barcelona, Xavi Pascual.
El club está indignado con Van Donger, que justificó su decisión diciendo que había oído la sirena antes de que entrase el balón a gol, según explicaron fuentes del Barça. En el pabellón, sin embargo, lleno con 13.200 espectadores, el ruido también era ensordecedor con otras bocinas y demás artilugios para animar.