El guerrero Manchego

lunes, 29 de noviembre de 2010

Para seguir sonando primero hay que vencer en Valladolid

De nuevo el Renovalia Ciudad Real tiene ante si un encuentro que puede marcarle el futuro en la Liga Asobal, y más tras perder en el Palau Blaugrana. Si como declaró Talant el campeón de esta temporada lo hará con 58 puntos, eso quiere decir que no pueden perder más puntos los ciudadrealeños. Actualmente llevan 22 puntos en 12 encuentros, por lo que quedan 18 partidos, que puntuando a 2 dos serían 36, que unido a los 22 actuales serían los 58 que proclama Talant. Una cosa tan sencilla como parece en matemáticas puras, es difícil de plasmarlo en la cancha. No imposible, y más para un equipo que ha estado más de dos años sin perder. Claro que esos números tendrían un añadido, y es levantar el gol average particular al FC Barcelona en el Quijote Arena.
Como se ve ya se empieza a tirar del ‘cuento de la lechera’, que no es otra que le queda siempre al perdedor, y sobre todo en una liga donde salvo los duelos directos es muy difícil dejarte puntos por el camino. Para los que no conocen, pero han oído mucho hablar de ello, el cuento de “La lechera” era que iba una lechera de su cabaña al mercado con un cántaro de leche en su cabeza para venderlo. Por el camino iba haciendo sus cuentas, “con lo que gane de la leche compraré cien pollitos, los criaré y vendré a venderlos, con el dinero que saque comprare un lechón, lo engordaré y cuando sea un cerco grande y hermoso vendré y lo venderé, y con ese dinero comparé una vaca y un ternero, que lo engordaré y venderé…, y tan contenta iba que saltó de alegría, el cántaro se cayó al suelo y se rompió en mil pedazos, observando como la tierra se tragaba la leche, por lo ya que ya no habría ni pollos, ni cerdo, ni vaca ni ternero, todas las ilusiones se habían perdido para siempre”.
Una de esas canchas donde te puedes dejar puntos por el camino y las ilusiones, es en el pabellón “Huerta del Rey” de Valladolid, donde mañana el Renovalia se juega todas las opciones de renovar el título doméstico. Enfrente un cuadro como los pucelanos que se crecen ante equipos cualificados, con un gran estratega en el banquillo como es el ex seleccionador Juan Carlos Pastor, y una plantilla experimentada en mil batallas, empezando por los porteros José Manuel Sierra y Tomas Svensson, y los Edu Fernández, Asier Antonio, Havard Tvedten, Marko Krivokapic, Delgado Ávila y Davor Cutura, que pasan todos de la treintena de años, que sumado a los jóvenes Rambo, Megías, Joli, Gurbindo y Oscar Perales, redondean una plantilla con Ángel Romero, Jesús. Alexis, Rogel y Bilbija, que ponen las peras al cuarto al más equipo más poderoso que puedan tener enfrente.
Otro de los hándicap a tener en cuenta es la presión que llega desde las gradas. 3.500 gargantas pidiendo pasivo al tercer pase, protestando todas las infracciones en contra y alentando a los dos minutos del contrario en las favorables, hacen que la camiseta pese más de lo debido, embote los sentidos y encoja los brazos.

La gran baza
A favor el BM Ciudad Real tiene los momentos de bajón que vive el Valladolid, la falta de confianza, cansancio, ausencia de intensidad defensiva..., son alguna de las dudas posibles a la crisis de juego que atraviesa el Cuatro Rayas Valladolid. Su último empate en la Champions ante el AaB Handball (33-33) en Pisuerga, no hacen más que encender aún más la hoguera de las dudas para el equipo de Juan Carlos Pastor.
Pero lo peor es que el conjunto pucelano llega a la semana más intensa de los últimos tiempos con un doble enfrentamiento ante el Ciudad Real en Liga (mañana en Huerta del Rey, 20,30 horas) y ante el Chekhovskie en Champions (en Moscú, el jueves a las 17,00 horas).
Las derrotas consecutivas ligueras, ante el Toledo, Barcelona y CAI Aragón, se enjugan con el liderato en la Liga de Campeones. Un primer puesto que puede certificarse el jueves en Moscú si el Cuatro Rayas logra ganar allí por primera vez en su historia.
Antes, los pucelanos tendrán una buena ocasión de recuperar la imagen perdida ante el Ciudad Real, que llega muy tocado tras perder el liderato ante el Barcelona.

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