
En su misiva enviada a la Federación Húngara de Balonmano (MKSZ) y los aficionados, y publicada hoy en el diario deportivo "Nemzeti Sport", Nagy afirma que lo que pidió "no es el lujo, sino condiciones dignas para la camiseta con el escudo" y recuerda que la dieta de los miembros de la selección es de 10 euros por día.
Nagy, que fue capitán húngaro de balonmano, jugó por última vez en la selección magiar en junio de 2009 y desde aquel entonces rechazó ponerse la camiseta con el escudo por cansancio y lesiones. La prensa húngara también especula sobre la posible participación de Nagy en la selección española para los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Laszlo Sinka, presidente de la Federación Húngara de Balonmano, dijo al diario "Nemzeti Sport" que el comportamiento de Nagy "es indigna de su carrera" y que, por lo que parece, el jugador ya ha decidido no jugar más en la selección nacional.
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