
Los pasajeros sintieron "algo como un rayo" en la parte izquierda de la nave
Una posible avería durante el vuelo que se quedó en un susto –pero que coincidió con el segundo aniversario del fatídico accidente aéreo de Barajas–, sorprendió a los pasajeros del vuelo Barcelona-Vigo (VLG 1700) entre los que se encontraba la plantilla del equipo de balonmano de la Ciudad Condal, que viajaba a competir contra el Pilotes Posada.
Los 180 pasajeros llegaron tres horas tarde a Peinador, a las once de la mañana del sábado, y después de vivir un periplo aéreo que incluyó el regreso al aeropuerto de El Prat para cambiar de aeronave. "Ha sido un susto. A pesar de que volamos casi dos veces a la semana y estamos acostumbrados, me ha impactado mucho. Seguro que no olvidamos este vuelo a Vigo", aseguró el delegado del Barça, Salvador Canals, que reconoce que se encontraron a su regreso a Barcelona en el avión averiado con el que el dispositivo de emergencias de Bomberos, 112 y Guardia Civil había sido activado en la pista. Finalmente no fue necesario y, oficialmente, AENA sostiene que no se decretó ningún tipo de emergencia.
El pasaje entre el que se integraba el equipo catalán tomó el avión de la empresa Vueling en la Terminal 1a las 06.34, nueve minutos más tarde de lo previsto. No llegaría al aeropuerto vigués hasta las 10.58 horas, según confirman fuentes de AENA.
Los testigos relatan así lo acontecido: "El avión iba lleno y a los diez minutos de despegar vimos cómo un relámpago cerca del ala del lado izquierdo; se oyó un ruido y el avión dio un bajón en el aire", explica Canals, que iba acompañado del doctor y el masajista del equipo catalán. "Prosiguió el vuelo pero, al poco tiempo, el comandante dijo que daba la vuelta porque había un problema y volvimos muy lentamente. Personalmente, creo que llegamos a Barcelona con un solo motor", sostiene.
Desde la compañía Vueling aseguran que a los quince minutos de iniciarse el despegue, la tripulación y el pasaje oyeron un ruido del que avisaron al comandante y que éste, una vez informado y a pesar de que no se reflejase ninguna avería en el panel de control, decidió volver a El Prat a revisar el aparato y los motores. "El pasaje embarcó en otro avión de la compañía dos horas más tarde", reconocieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario