
Los toledanos pusieron el ritmo inicial al encuentro con un parcial de 0-2 que llevó la inquietud a la grada. Sin embargo, Fernando Bolea, al cuarto de hora de juego, pidió un tiempo muerto, reorganizó a sus jugadores y dio entrada a los teóricos titulares, después de haber repartido minutos entre los menos habituales.
La cara guadalajareña cambió completamente y la actitu fue otra con el paso de los minutos. Vidal y Demovic fueron los que comandaron la remontada local ante el público de Azuqueca de Henares.
En la segunda mitad, la superioridad fue total de los alcarreños y los aficionados toledanos que se desplazaron se marcharon la satisfacción del trabajo realizado por los suyos.
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