El guerrero Manchego

domingo, 21 de marzo de 2010

Hubo hermanamiento entre las peñas de balonmano

Las peñas del Balonmano Antequera han querido aprovechar la presencia en la ciudad de aficionados llegados desde todos los rincones de España para disfrutar de una entrañable comida de hermanamiento que ha servido para unir lazos y empezar a calentar el ambiente de cara a la gran final de la XXXV Copa del Rey.
Cerca de dos centenares de aficionados se han reunido en un restaurante de la ciudad del Torcal. Mosaico de colores, camisetas de todos los equipos, bufandas y numerosos cánticos. Daba igual si sus equipos se habían clasificado o no para la final, la convivencia y la pasión por el balonmano estaba por encima de todo ello.
De entre los aficionados llegados desde Ciudad Real, Toledo, Pamplona, Logroño, Cuenca o León, destacaban, como no podía ser de otra manera, los aficionados de los equipos finalistas, que esperaban con nervios e ilusión que llegara la hora de la gran final.
El objetivo de la comida, como señalaba Pepe Mora, de la Peña BM. Torcal del Antequera 2010, estaba claro, “las peñas, como en todos los deportes, son muy importantes. Nuestro deporte es minoritario y esto lo hace grande. Estamos aquí todos, incluso gente de equipos que no han participado en la Copa. Lo más importante de todo es estar hermanados”, comentaba el aficionado. Al final todos recibieron una serie de obsequios, entre los que no podía faltar el típico mollete antequerano o el aceite de la tierra. Esta XXXV Copa del Rey ha sido todo un éxito en la grada y éste ha sido el mejor punto y final que los aficionados podían darle.

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