El BM Ciudad Real confirmó ante los inventores del balonmano mundial, el GOG Svendborg TGI Gudme danés, su pase a la siguiente fase de la Champions League al vencer por 37-26. Y lo hace con los 4 puntos que le da derecho, dependiendo del sorteo, casi de estar en los cuartos de final.
Lo fundamental era conseguir los dos puntos, y al final se cumplió el objetivo, y el guión, que por repetido no deja de ser sorprendente para los rivales del cuadro de Talant.
A la hora de hacer la crónica habría que dividirla en cuatro mitades, cada quince minutos, tiempo que usa Talant para hacer los cambios a la americana, es decir, salvo el portero que actúa medio partido, el resto se ve relevado.
Los primeros seis jugadores de campo son los encargados de sacar las fuerzas al rival, de acomodarlos cómo los tienen que defender y hacerles ver que todo irá por el mismo derrotero. Más o menos significa que el encuentro irá igualado (9-7), merced a un repertorio de malos lanzamientos y pérdidas de balones. Pero ahí, cuando los contrarios cuentan con un siete inicial, o a lo sumo con nueve jugadores, aparece el segundo sexteto de pista y empieza a pasar el rodillo. Juegan con velocidad. vuelven a imponer dureza en sus acciones, rapidez, y el rival se decorcierta, pasando de estar cómodo a encontrarse con un partido nuevo, con asignaturas como: a) las fuerzas no son las mismas de ellos, b) ya no acatan como lo hacían y hay que cambiar el chip; c) el portero tiene de nuevo que reciclar los tiros de los lanzadores, y c) de nuevo a chocar con la defensa ciudadrealeña y con sus fuerza intactas.
Tanto cambio le da ventaja a los de Talant para empezar a pasar el rodillo, y así ocurrió una vez más. En esos segundos quince minutos 11-6, para llegar al descanso con el 20-13, sumado a los tres goles de ventaja de los primeros quince minutos, diferencia de más siete, y con todo decidido, partiendo del 5-1 que no abandonaron.
La segunda parte sobró debido a que BM Ciudad Real jugó con comodidad, andando, ante un Gudme que le faltaban fuerzas, pero no mala leche.
Cuando estaba ya el pabellón bostezando por falta de interés, llegó el relanzamiento del encuentro producto de los árbitros. Nunca supieron discernir lo que era juego viril de juego violento y se encargaron de poner el pique en los jugadores, con una doble exclusión a Rutenka y Ask, que vieron la roja.
En juego el mismo guión de la primera mitad. El Gudme en 6-0 y un 8-6 en los primeros quince minutos (28-19), y cambios para encarar el cuarto cuarto para poner diferencias, que llegaron hasta los catorce goles (33-19 tras parcial de 5-0), pero con los líos el partyido paso a un correcalles y el BM Ciudad Real se dejo llevar para empresas futuras, redondeando un triunfo que no fue ni trabajado, sino por lógico.
Ficha técnica
37 BM Ciudad Real (20+17): JJ Hombrados, Jonas Kallman (7), Luc Abalo (4), Petar Metlicic, Siarhei Rutenka (2-1p), Uros Zorman, Viran Morros (5), -siete inicial-, Arpad Sterbik (ps), Jerome Fernández (5-1p), Ales Pajovic (4-2p), Olafur Stefansson (4, 2p), David Davis (2), García Parrondo (3) y Didier Dinart (1).
26 GI Svendborg Gudme (13+13): Henriksen y Jacobsen (ps); Hallgrimsson (4), Jorgensen (5), Larsen (-), Meijer (-), Moen (1), Petersen (8, 1p), Svensson (1), Vilhelmsen (1), Ask (2), Hoegh (1), Skoglund (1) y Nielsen (2).
Marcador cada cinco minutos: 3-3, 4-5, 9-7, 12-8, 15-12, 20-13 (descanso), 22-15, 25-17, 28-19, 32-19, 35-23 y 37-26 (final).
Árbitros: Vaidas Mazeika y Mindaugas Gatelis, de Lituania. Excluyeron a Zorman, Stefansson y Davis, en una ocasión y en tres a Rutenka, por lo que fue descalificado en el 47, por el BM Ciudad Real; y a Hallgrimsson, Jorgensen, Svensson, Hoegh, y en tres a Larsen, que fue descalificado en el 47, y a Ask, que también lo fue en el 56, en el GOG Svendborg TGI Gudme.
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Champions League, Grupo B, disputado en el Quijote Arena ante 3.282 aficionados. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de la madre del Vicepresidente Ignacio Barco.
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